1 de julio de 2014

MI PARTO


Hasta que superé las doce semanas de embarazo viví obsesionada pensando que el bebé se me podía caer. Todo viene por la típica historia que te cuentan un día de fulanita que fue al baño y perdió el feto. Se te queda en el imaginario y se vuelve obsesión.

¡Tanto que sufro porque se escape y verás que en el parto no habrá manera de salir! Me decía a mí misma. Y al final tuve razón porque costó salir pese a que salió antes.

En la semana 36 empecé a tener manchado marrón. Me convencí a mi misma de que no sería nada malo y al día siguiente la comadrona me confirmó que era el tapón mucoso. Sabía de amigas que lo habían perdido y que acabaron pariendo semanas más tarde, así que pese a estar mosca no le quise dar más importancia.

Justo el día de las pequeñas perdidas llegó en avión el padre de la criatura dispuesto a pasar las fiestas del pueblo, de ese fin de semana, con nosotros. Si te vas, ¿cómo lo tienes
para volver rápido de Polonia? Le preguntó la comadrona al futuro padre. Con esa pregunta y que en la última eco me dijeron que la niña estaba muy baja, deberíamos haber sospechado más de lo que lo hicimos…

Me convenía hacer reposo. Entre las pérdidas y la ciática no me quedaban muchas ganas de fiesta la verdad.

Nos tumbamos a hacer la siesta y de repente siento como si mi pareja me diera un golpe iplam! Rompo aguas. No sabría describir la sensación pero pese a mi inexperiencia supe claramente que se me había roto la bolsa. Todavía dormida le di un golpe, pensando que por su culpa había roto aguas. Me levante y fui al lavabo. Había mojado pero no tanto como me esperaba después de haber visto tantas veces en series o películas mujeres que crean maremotos. Me senté en el lavabo, le pregunte al sr Google y acabe leyendo la entrada sobre la pérdida del tapón mucoso de Fina la Endorfina

¡Dios! ¡Estoy de parto! ¡¡Me cago!!

¡Qué miedo! Qué canguelo me pilló de repente. Pero no podía ser ¡¡Estoy en la semana 36!! Voy a llorar. 

Vuelvo a la cama y anuncio que he roto aguas. Se acabo la siesta. 

¿Que hacemos? Pues meter lo que tengamos en la maleta y al hospital (otro día explicaré que tiene de bueno y de malo dejarlo todo para última hora)

Nos vamos al hospital de El Vendrell, donde prefería parir. Me gustó la sesión informativa a la que fui en su día. Un hospital pequeño con una filosofía común de ayudar al parto natural.

Llegamos, ingreso, y al cabo de nada me dicen que acaba de llegar otra partera más avanzada que yo. Que están a tope y que como sobra alguien, y esa no es mi zona, me toca irme al hospital de Vilafranca

¡En ambulancia! Cuando yo me encontraba perfecta... ¡¡Qué manera de despilfarrar recursos!!


A partir de ahí estaba claro que nada iría según lo planeado. Mientras en el cielo se veía el castillo de fuegos a mí me daba cháchara el chico de la ambulancia, supongo que para animarme un poco, porque mi cara de miedo mezclada con frustración debería ser un cuadro.

Una vez ya en el Hospital de Vilafranca me ponen las correas. Verde no, lo siguiente. Tengo mini contracciones. Así que ni paritorio, a planta a pasar la noche (supuestamente para descansar mejor) mientras las contracciones van viniendo. ¿Quién dijo descansar? Cada dos por tres venían a tomarme la tensión, la fiebre, las contracciones que iban aumentando y a hincharme a antibiótico porque como no me dio tiempo a hacerme los análisis del tercer trimestre, ni el cultivo, pues ante todo prevención.

Por la mañana las contracciones eran muy dolorosas y fueron pasando de soportables a tirarme por el suelo cada vez que me venía una. Pasadas 18 horas de haber roto aguas dijeron que me tenían que ampliar el espectro de antibióticos. El comadrón (no muy afín a la opción del parto natural) me comentó que entre meterme más antibiótico o el pack oxitocina más epidural y acabar con el tema él lo tenía claro. Y entre eso,  que tan solo había dilatado 3,5 cm y que llevaba 24 horas sin comer (ya que en el hospital no te dejan tomar nada sólido si vas de parto) decidí que me quedaba con el pack y acabar definitivamente con el sueño del parto deseado.

Le tengo miedo a la epidural. Ya sé que las ponen como churros. Y no es por la aguja (que quizás debería) sino a que te toquen la columna vertebral. Lo peor, tener que aguantar el cachondeillo de la anestesista porque había dicho que quería parto natural y ahora estaba ahí sentada con la espalda llena de celo. Soy el corazón roto de Jack.
 
Me puse a temblar, creía que era por mi miedo, pero me dijeron que era un efecto normal de la epidural. Era agosto pero me tuvieron que poner una manta y el comadrón hacía broma sobre ello. Ande yo caliente ríase la gente. Me dijeron que intentara descansar un poco. Estaba tan cansada que me dormía entre contracciones. En tres horas ya estaba totalmente dilatada

Empecé a empujar sola según instrucciones del comadrón, durante dos horas, pero por la cara que pusieron cuando hicieron el tacto mi esfuerzo no había servido de nada. ¡Genial!

¡O sale ella o la saco yo! Oigo decir a la ginecóloga por el pasillo. Habían pasado ya 24 horas desde que rompí aguas. En ese momento estaba tan cansada física y moralmente que quería que me la sacase ella. Pero tuve que hacerlo yo. Dos horas más de pujos. Esta vez rodeada de gente que me animaba en cada empujón. Y de verdad que lo necesitaba porque  empecé a sollozar que no podía. La cabecita salía un poco y volvía para adentro. Me encontraba en punto muerto. Episiotomía de 3 puntos (según me dijeron). Ninguno se queda dentro.


Me decía a mi misma que en nada todo pasaría a ser un recuerdo.

Y en un momento ¡puff! Salió. Y no sé muy bien ni como. Solo recuerdo un bebé sucio boca abajo cogido por una mano esperando a que llorara. Tardó dos largos segundos en llorar y me la pusieron encima. Qué extraña sensación. No le veía la cara, tan solo unos grandes ojos oscuros. El padre, que siempre decía que los recién nacidos son muy feos, no paraba de decir que era muy guapa. No lloré, como suele ser normal en mí. Se engancho a mi pecho y después de una explicación del comadrón (que no recuerdo) me preguntó si tenía alguna duda.

Sí, la tengo ¿Y ahora qué hago con ella?
 

23 comentarios :

  1. como me pasa con los posts de partos, los leo línea sí, línea no, por si acaso xD

    pero el dibujo me ha encantado! *-* ahora nos tienes que contar qué hiciste con ella! porque te la quedaste, no? xD

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    1. Bien hecho pq si lo lees entero se te quitan las ganas de tener hijos ¡hahaha!

      He hecho una especie de "continuará" en plan más subliminal pero tu siempre lo pillas todo ;)

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  2. Es verdad, no te explican nada... ¡Con lo nuevo que es todo!

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    1. ¡Qué rabia! Por mucho que leas hay cosas que te sientes tan pardilla...

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  3. Uuh... que miedito!! Se le quitan a una las ganas de parir, y encima los otros con cachondeito! Yo recuerdo perfectamente esos días! Estaba ansiosa! Y la noche en que te pusiste de parto, que yo estaba de fiesta ;P iba diciéndole a todo el mundo que estaba a punto de ser tía! Modo tía/hermana orgullosa On :D. Al día siguiente esperando la entrada del santo, sentada en la Celis con mis amigas recibí la foto, creo que eran las 9 de noche. Yo no lloré, cosa rara en mi hahaha, pero poco me faltó! Una renacuaja rebozada en moco con unas orejitas super graciosas.
    Y desde entonces hasta ahora enamoradita me tiene <3 ^.^
    PD: Ahora entiendo porq quieres esperar para tener el próximo! xD

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    1. Es un gran día que todos recordaremos siempre pero yo necesito un tiempo ¡hehe!

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  4. Pues mi anestesista debía ser primo hermano de la tuya, porque me acusó de quejica durante toda la dilatación cuando la anestesia no me hizo ningún efecto hasta que estuve dilatada de 9 centímetros. Y oye, que yo también quería parir sin epidural pero esto de la inducción era más doloroso de lo que yo hubiera pensado. Me nos mal que mi expulsivo sólo duró 20 minutos ¡yo ya no hubiera tenido fuerzas para empujar más rato!

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    1. ¡Uff! Veinte minutos me suena a gloria ¡haha!
      Cada una en su parto tiene lo suyo ¡pff! Es lo que no mola de cuando dependes de los demás y supongo que por eso hay gente que defiende el parir en casa con los tuyos y punto

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  5. Jajajajaja, me paaarto, qué bueno lo del tapón mucoso!! xDD
    Mi parto tb fue de aupa... Pero a mi ni me lo dejaron encima al gorrión recién nacido ni nada... Mu mal, como una es primeriza se queda como atocinada y no sabe qué hacer/decir, pero si hubiera un segundo te aseguro que no me calla ni perry, aunque me pongan una camisa de fuerzas, hombre ya...
    Un besote guapa!!
    Oye, qué chulo el tuneo del blog, no? No lo había visto ^^

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    1. ¡Muchas gracias! Celebro que te guste mi nuevo look

      Es verdad que la primera vez vamos de pardis novatas total pero eso de que no te pongan el gorrión encima mal mal mal :(

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  6. Peque era (y es) de cabeza grande, así que también le costó bastante salir, exactamente como tú dices: cabeza fuera, cabeza dentro;cabeza fuera, cabeza dentro;... así hasta que me rajé y por fin salió. No me atreví a preguntar los puntos que me dieron, prefiero no saberlo.

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    1. Esto de los puntos es mejor no saberlo. A mí me dijeron que sólo eran tres pero después resultaron ser unos pocos más... Como dicen, ninguno se queda dentro :/

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  7. El respeto a las madres en los hospitales es cosa rara, rara... ¿Creerán que nos dan seguridad al tratarnos con cierto desdén? En cualquier caso, tres puntos y sin oxitocina, ¡bien por ti! Qué risa con lo de tu chico diciendo lo guapa qué es ;) Si es que...

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    1. Si, por la boca muere el pez ¡haha!
      Yo tampoco entiendo qué cuesta ser más cariñoso con el personal...

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  8. ¡Vaya aventura la de tu parto!, me gusta haber leído como fue porque seguí fielmente tus fotografías de las semanas de embarazo y me extrañó mucho que no hubiese más entregas pasada la 35 (creo recordar) y de repente te vi con tu niña en brazos.

    Menos mal que ya he parido dos veces, si leo tu experiencia antes me lo pienso jeje

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    1. ¡hahaha! Podría haber sido mucho peor, lo reconozco, ya que al fin y al cabo todo fue bien. Pero vaya, que nada salió como yo quería :(

      Estoy publicando (por fin) entradas que tenía esbozadas desde hace mucho y que os las debía ;)

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  9. Me ha encantado leer tu parto,aunque que rabia que te cambiaran de hospital y con un matron así...sabes que yo también tenía esa paranoia al principio de que de me iba a caer jajaja ;a mi también se me quedo esa espinita clavada de parto natural,yo estuve tres días con contracciones dolorosas y mi cuerpo no hacía nada, así que pack de oxitocina y epidural,y muchos puntos;si hay un próximo nos resarciremos jiji
    Besos

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    1. ¡Aish! Todo el mundo dice que el segundo casi que sale solo ¡Ojalá! ¡Que nos lo merecemos, oye! ¡hahaha!

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  10. Pufff he sentido muchas cosas al leer tu parto, mezcla de muchos sentimientos como rabia, pena, miedo, alivio y comprensión.
    Hay tantas cosas absurdas en el sistema sanitario: desde matrones que aboguen por medicalizacion a tope hasta mujeres q deben quedarse horas y horas sin comer.
    Todo esto hace, junto con la naturaleza, que no este en nuestras manos lo que vendrá y que terminemos por perdernos el llanto, el "enamoramiento" con nuestro bebe del que todos hablan y, no se si es tu caso, sientes que te has perdido...al final se queda ahí siempre la espinita pero la vida de nuestras peques será muy larga y el amor crece y crece y crece y eso lo termina compensando.
    Bs

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    1. Sí Vanesa, la espinita está ahí y los primeros días nos setiamos (pq el padre también) muy frustrados. Pero como bien dices el día a día y las nuevas experiencias va curándolo. Te quedas con que al fin y al cabo todo fue bien y el amor cada vez deja menos espacio a lo demás :)

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  11. Tu parto me recuerda al mío. Yo también estuve tres horas en el expulsivo. Empujaba y la cabecita salía y volvía para adentro. Al final entraron las ginecólogas, con sus tijeretazos y tirándoseme encima de la barriga. Sin avisar, que fue lo peor, sólo un: "te vamos a ayudar un poquito". Y yo pensando, leñe, que aunque esté de parto sigo teniendo algo de cerebro, si me explicas que te me vas a tirar encima y por qué lo haces, colaboro más. Pero el mio acabó peor y tuvieron que llevarme a quirofano y hasta 10 horas después no pude estar con mi niño. Un besote!

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    1. ¡Ostras Paula! ¡Qué pena que te tratasen así! ¡Puff!
      Pero me alegro de que todo acabase bien, que al fin y al cabo es lo que cuenta, no? ;)

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